La singularidad del toro Azul Belga
El toro Azul Belga se destaca en el mundo ganadero por una característica única: su sorprendente doble musculatura.
Estos singulares animales, originarios de Bélgica, se conocen como “Belgian Blue“. Su legado se remonta a la segunda segunda mitad del siglo XIX, cuando los bovinos autóctonos belgas fueron enriquecidos con cruces de Frisones holandeses y Shorthorn ingleses.
La doble musculatura del Azul Belga no solo es estética, sino que es una condición hereditaria que les permite tener una eficiencia envidiable en la conversión de alimento en músculo.
A diferencia de otras razas cárnicas que buscan desarrollar y ampliar las fibras musculares existentes, el Azul Belga multiplica el número de estas fibras, resultando en una musculatura más prominente y definida.
Esta optimización tiene como resultado una carne con una cantidad mínima de grasa, siendo una de las opciones más magras y saludables para los consumidores.
Vacas cruzadas con Azul Belga
Por sí misma, la genética del Azul Belga es el resultado de selecciones meticulosas a lo largo de generaciones. A través de cruzamientos específicos, y un alto grado de consanguinidad, lo que comenzó como una mutación natural se ha consolidado como la característica estandarizada de esta raza.
Su diseño genético presenta desafíos particulares en su cría: el desarrollo temprano del doble músculo en el feto puede generar nacimientos con un peso superior al promedio, su capacidad única para metabolizar los alimentos y minimizar la grasa en su carne demanda raciones con un mayor contenido proteico…
En Celes y Diego somos conscientes de las necesidades singulares de estos animales.
Nuestros cruces de vacas con Azul Belga son tratados de manera especializada y única, consiguiendo así un desarrollo y crecimiento adecuados para su desarrollo.
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